Así fue la inauguración de la exposición «Hay Futuro, Si Hay Verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible»

El pasado lunes 12 de febrero, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación recibió la visita de distinguidos invitados para la apertura de la exposición «Hay Futuro, Si Hay Verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible», de la Comisión de la Verdad. Entre los asistentes se encontraban organizaciones de víctimas, instituciones, medios de comunicación y diplomáticos, quienes se unieron en un emotivo acto para conmemorar este importante hito.

Entre los invitados de honor destacaron magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ex comisionados de la Comisión de la Verdad, representantes del gobierno distrital y la Alta Consejería para las Víctimas, entre otros actores clave en el proceso de construcción de paz en Colombia y en Bogotá.

 

El evento contó con destacadas intervenciones, entre las que se incluyeron las palabras del padre Francisco de Roux, ex presidente de la Comisión de la Verdad, Roberto Carlos Vidal López, presidente de la JEP, y Martina Klumpp, Embajadora de Alemania en Colombia.

Durante el acto de apertura, se expresaron sentimientos de gratitud y reflexión. La ex comisionada de la verdad, Lucia González, agradeció a todos los involucrados en la realización de la exposición. Por su parte, Isabelita Mercado, Alta Consejera para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, enfatizó la importancia de que Bogotá sea un referente de paz territorial. Además, Ana María Cuesta, directora del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, reafirmó el compromiso de seguir siendo un espacio para acoger las diversas voces de las víctimas y las organizaciones sociales.

 

La exposición, que a partir del 13 de febrero está abierta al público en general, invita a los visitantes a conocer los hallazgos y recomendaciones del informe final de la Comisión de la Verdad. Se trata de un llamado a la paz y la reconciliación basado en la verdad del conflicto armado colombiano, que busca promover la construcción de un futuro más esperanzador para el país.

El panel de apertura de la exposición contó con la participación de representantes de Usaid, Grupo Sura, Rodeemos el Diálogo y GIZ, quienes sumaron sus voces y experiencias en este importante evento dedicado a la memoria y la reconciliación nacional.

Memoria Viva: Arropamiento del Memorial en el CMPR por la Unión de Costureros

En una conmovedora manifestación de memoria viva, la Unión de Costureros, liderada por Virgelina Chará, llevó a cabo el arropamiento del memorial en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (@centromemoriabogota). En 11 años que lleva el Centro de Memoria, es la segunda vez en la historia de la institución que se realiza este ritual de profundo simbolismo.

🕊️ Virgelina Chará, destacada líder de la Unión de Costureros, destaca que este acto ritual va más allá de simplemente cubrir con telas el CMPR; es un proceso de inclusión y reconocimiento. «Recordamos a víctimas que a menudo quedan en el olvido, como los habitantes de calle y la comunidad LGBTI. No hay jerarquía en el sufrimiento, pero sí en la visibilidad. En este tejido participan militares, paramilitares, guerrilleros, una amalgama de historias que convergen en el acto simbólico de coser». Además, resalta que este es un acto de construcción de memoria en colaboración con la ciudadanía, contando con el apoyo de diversas universidades y organizaciones.

Este acto no solo representa un homenaje a las víctimas, sino que también se erige como un recordatorio poderoso de la diversidad de historias que convergen en este espacio dedicado a la memoria y la reconciliación. La Unión de Costureros, con su participación activa en este ritual, resalta la importancia de reconocer y recordar a aquellos cuyas historias a menudo son marginadas. 

 

Libro «Cárcel y Memoria. Entrevistas – Ensayos»

Carcel

El Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) lanza su nuevo libro «Cárcel y Memoria. Entrevistas – Ensayos» . Este proyecto es una iniciativa del CMPR de contribuir al proceso continuo de ampliación del campo de la memoria en Colombia. 

El libro surge como una extensión del pódcast «El mito de Sísifo», acogido por el diario El Espectador, que exploró el sistema penitenciario colombiano y sus impactos en las personas privadas de la libertad. Las entrevistas, transmitidas entre agosto y octubre de 2020, revelan las experiencias de diez individuos de diversas trayectorias, desde intelectuales hasta exmilitantes y artistas.

El libro consta de dos partes complementarias. La sección de «Entrevistas» presenta transcripciones ampliadas de las conversaciones del pódcast, acompañadas de textos que las sitúan en contextos y debates específicos. La otra cara, «Ensayos», reúne reflexiones e investigaciones de académicos, activistas y profesionales que abordan el sistema penitenciario desde diversas perspectivas. 

El libro, ilustrado por Leandro Rodríguez, busca ser una contribución valiosa al entendimiento de las violencias dentro de las cárceles y al llamado a transformar discursos y prácticas institucionales. 

El compromiso del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación es ser un instrumento que promueve una cultura de paz y de los derechos humanos a través de la memoria y la verdad histórica, y este libro es parte de esa misión, destacando las voces de aquellos afectados por el sistema carcelario y abogando por una transformación de las prácticas institucionales. 

Exposición «Hilos de Paciencia, tejiendo esperanza»: inicio de una narrativa de resistencia

En un significativo evento de inauguración, dimos la bienvenida a la exposición del «Costurero de las Verdades», titulada «Hilos de Paciencia, Tejiendo Esperanza». Esta cautivadora exhibición de arte textil, compuesta por seis piezas confeccionadas mediante la técnica del patchwork, se erige como un testimonio conmovedor de las experiencias de resistencia, duelo colectivo y reconstrucción en el contexto del conflicto en Colombia.

Cada una de las seis piezas expuestas se erige como un testimonio visual, una historia meticulosamente tejida que refleja la esencia misma de la propuesta de «remendar lo social». Inspirándose en la obra «Auras Anónimas» de Beatriz González, la exposición rinde homenaje a la memoria del conflicto y la resiliencia del pueblo colombiano.

La propuesta de «remendar lo social»

El hilo conductor de la exposición es la propuesta de «remendar lo social». A través de la técnica del patchwork, cada pieza cuenta una historia única de resistencia, uniendo fragmentos de experiencias individuales en un tapiz colectivo de esperanza. La metáfora del acto de coser y unir se convierte en un símbolo potente de la capacidad de la comunidad para tejer su propia narrativa de resistencia y reconstrucción.

La presencia de «Auras Anónimas» en la exposición sirve como anclaje emocional y estético. Esta obra maestra de González, que captura la esencia de lo anónimo en medio del conflicto, se integra de manera magistral en el discurso visual de «Hilos de Paciencia, Tejiendo Esperanza». Es un recordatorio poético de que cada puntada, por pequeña que sea, contribuye a la creación de una red sólida de memoria y resistencia.

La exposición estará abierta al público hasta el 30 de noviembre de 2023. Invitamos a todos a sumergirse en este viaje visual y emocional en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, donde cada pieza cuenta una historia única, y todas juntas construyen un tapiz de esperanza para el futuro.

«Hilos de Paciencia, Tejiendo Esperanza» no es solo una exposición de arte textil; es un testimonio conmovedor de la capacidad humana para transformar el dolor en resistencia, la pérdida en esperanza y los retazos del pasado en un futuro tejido con hilos de paciencia. No pierdan la oportunidad de ser parte de esta experiencia única antes de que la exposición cierre sus puertas.

Exposición «Vencimos y fue hermoso: La solidaridad que construyó al Policarpa»

El Centro de Memoria, Paz y Reconciliación lanzó la exposición fotográfica «Vencimos y fue hermoso: La solidaridad que construyó al Policarpa», el 22 de noviembre del 2023.

Esta exposición captura la esencia y la historia detrás del emblemático barrio Policarpa, situado en el corazón de Bogotá, al oriente de la localidad Antonio Nariño. Nombrado en honor a Policarpa Salavarrieta y las mujeres fundadoras, quienes con su perseverancia convirtieron este lugar en una realidad tangible.

La exposición está organizada en cinco momentos que reflejan la evolución del barrio y la lucha por el acceso a una vivienda digna en medio de las adversidades políticas y la falta de intervención estatal desde los años cuarenta. Los segmentos que componen la muestra son:

  1. «Tomarse la tierra»: Inicia el relato, mostrando el coraje y la determinación de quienes se propusieron transformar un terreno en un hogar.

  2. «Construir un hogar»: Revela los desafíos y triunfos enfrentados por los pioneros al dar forma a un espacio que reflejaría la identidad y la resistencia del barrio.

  3. «Consolidar el barrio»: Aborda la consolidación de la comunidad, destacando la importancia de la unidad en la construcción de un lugar fuerte y unido.

  4. «La solidaridad organizada»: Examina el papel crucial desempeñado por la organización popular, liderada por el Partido Comunista y la Central Nacional Provivienda, en la transformación del entorno social marcado por factores estructurales.

  5. «Vencimos y fue hermoso»: Cierra la exposición con una mirada a la victoria y la belleza que surgió de la solidaridad, destacando cómo el esfuerzo colectivo superó las adversidades.

A través de la narrativa visual y los testimonios capturados en estas fotografías, «Vencimos y fue hermoso» ofrece una ventana a la historia de un barrio que emergió no solo como un espacio físico, sino como un testimonio vivo de la solidaridad que puede surgir en medio de la violencia y persecución. 

Este evento fue una oportunidad para conocer la historia de un barrio que se erigió sobre los cimientos de la solidaridad y la resiliencia. 

Disponible hasta febrero del 2024. 

Así fue la acción pública de Ausentes, Estrellas Presentes: un monumento en el cielo por los desaparecidos

El pasado sábado 4 de noviembre del 2023,  más de 500 personas fueron testigos de una conmovedora acción pública de memoria en Bogotá, gracias a «Ausentes, Estrellas Presentes».

Este proyecto, realizado en colaboración con más de 12 organizaciones de víctimas de desaparición forzada, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, y el Planetario de Bogotá, llevó la memoria de los ausentes a nuevas alturas, construyendo un monumento en el cielo por sus seres queridos.

Este emotivo evento forma parte de un proyecto continuo que ha estado en desarrollo desde el 2021, y se encuentra detallado en la página web del Centro de Memoria (www.centromemoria.gov.co).

«Ausentes, Estrellas Presentes» es un ejercicio simbólico que fusiona elementos físicos con el vasto espacio público, conectando a la comunidad en una poderosa herramienta de apoyo a las víctimas y organizaciones sociales en su búsqueda incansable de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición de estos crímenes de lesa humanidad.

Durante tres años consecutivos, en el mes de noviembre, 12 organizaciones sociales y familiares de personas desaparecidas en Colombia han llevado a cabo esta acción pública de memoria. El resultado de este proceso colectivo es un conjunto de asterismos, semejantes a constelaciones, que representan a las más de cien mil personas desaparecidas en Colombia.

Carlos Molina, líder del Planetario de Bogotá, destacó la importancia de este acto conmemorativo al recordar que «las estrellas que vemos son las mismas que nuestros abuelos y los abuelos de sus abuelos alguna vez vieron». Los asterismos creados por las organizaciones otorgan un lugar simbólico a los desaparecidos en el cielo nocturno, impidiendo que sean invisibilizados u ocultados.

La relación con las estrellas tiene una ventaja única: una memoria inscrita en el cielo es intocable e inmutable. Según José Antequera, exdirector del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, esta acción representa una resistencia y una trasgresión de las víctimas frente a la pretensión de eliminar el derecho a enterrar y reivindicar a los muertos en un espacio físico.

Todo el proceso y los asterismos están disponibles para consulta pública en la página web www.centromemoria.gov.co, permitiendo que esta obra trascienda el espacio físico y se convierta en una fuente perdurable de memoria y reflexión.

Diálogo sobre Palestina: Esto es un genocidio

En un evento significativo y enriquecedor, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) tuvo el honor de organizar el conversatorio titulado «Esto es un GENOCIDIO, Diálogo sobre #Palestina». El evento se llevó a cabo con la participación destacada de Mauricio Jaramillo Jassir, Profesor de la Universidad del Rosario, con un Ph.D. en Ciencia Política, y Margarita Cadavid, Internacionalista con un Máster en Estudios Políticos Internacionales. Sara Bolaños, miembro del equipo del CMPR, moderó la conversación.

El conversatorio abordó diversas dimensiones del conflicto en Palestina, desde el papel de la comunidad internacional hasta la influencia de los medios de comunicación. Se exploraron a fondo la historia del conflicto y se discutieron posibles soluciones, en un esfuerzo por comprender y abogar por la paz en la región.

Además de las conversaciones profundas, el evento incluyó la proyección del documental «5 Broken Cameras». Esta película sigue durante varios años la lucha y las protestas pacíficas de los habitantes de Bil’in, un pueblo en Cisjordania que enfrenta la pérdida de tierras de cultivo debido a la construcción del muro de separación con Israel y al avance de los asentamientos de colonos israelíes en las proximidades del pueblo.

El conversatorio y la proyección del documental no solo ofrecieron un espacio para la reflexión, sino que también sirvieron como recordatorio impactante de la complejidad del conflicto en Palestina y la necesidad urgente de buscar soluciones sostenibles. Estos eventos son parte integral de los esfuerzos continuos del CMPR para fomentar el diálogo, la comprensión y la construcción de la paz en contextos de conflictos y tensiones globales.

Infografía: Paz Total

Desde el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación creamos esta herramienta para comprender la Paz total e incentivar la deliberación en torno a ella.

Les compartimos esta infografía sobre la ley de Paz Total, let 2272 del 2022.

LÍNEA DE TIEMPO MESA DE DIÁLOGOS GOBIERNO – ELN

MESA DE DIÁLOGOS GOBIERNO - ELN

Se desarrolla el primer ciclo 12 de noviembre - 12 de diciembre de 2022

El 21 de noviembre de 2022, el gobierno y el ELN iniciaron el primer ciclo de los diálogos de paz en Caracas, Venezuela, país que acogió la mesa gracias al restablecimiento de las relaciones diplomáticas. El acto público contó con el acompañamiento de representantes de los países garantes: Noruega, Venezuela y Cuba; el Equipo de Apoyo y Observadores al Proceso de Paz de la Fuerzas Militares de Colombia e invitados de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Iglesia católica.  

Durante este primer ciclo, las partes llegaron a tres acuerdos sobre el funcionamiento de la mesa.  

En relación con el equipo de garantes y acompañantes, acordaron invitar a Brasil, México, Chile, Alemania, Suecia, Suiza, España y Estados Unidos a participar en los diálogos bajo distintas figuras. Además, otorgaron el estatus de acompañantes permanentes al Secretario General de Naciones Unidas, a través de su Representante Especial en Colombia, y a la Conferencia Episcopal de Colombia. En el transcurso del ciclo, Chile y México se sumaron en calidad de garantes.  

En el anuncio de la reanudación de las relaciones con la comunidad internacional para el desarrollo de los diálogos, la mesa reiteró “el compromiso de respetar el papel de los países garantes”. Ello, teniendo en cuenta que, posterior a la suspensión unilateral de la mesa por parte del gobierno, el entonces presidente Iván Duque ignoró el Protocolo de Ruptura de los diálogos y le solicitó a Cuba la extradición de la Delegación de Paz del ELN.  

La insistencia del gobierno cubano de respetar el protocolo previamente pactado incrementó la presión política sobre la isla, al punto de que en enero de 2021 Estados Unidos anunció la designación de Cuba como “estado patrocinador del terrorismo”, argumentando, entre otros temas, que Cuba se negaba a extraditar a los negociadores del ELN. La designación tuvo como consecuencia el recrudecimiento del bloqueo económico contra Cuba, debido a que como consecuencia de ella el gobierno de Estados Unidos penaliza “a las personas y países que entablen cierto tipo de trato comercial con Cuba, limita la asistencia exterior de EE.UU., prohíbe exportaciones y ventas en el área de defensa y establece determinados controles a las exportaciones de artículos de doble uso”. 

El anuncio de la mesa de conversaciones busca reiterar el compromiso del gobierno de “respetar el papel de los países garantes, evitando que vuelva a presentarse una situación contraria al derecho internacional, tal como aconteció en el pasado gobierno, cuando se desconocieron los protocolos acordados y se agredió a los países garantes, especialmente a Cuba”.  

El segundo acuerdo tiene que ver con la definición de principios, procedimientos y protocolos que orientan y reglamentan el funcionamiento de la mesa de diálogos.  Como parte de ello se conformó un equipo de comunicaciones para dar a conocer el desarrollo del proceso y se avanzó en el diseño de una estrategia de comunicaciones y pedagogía, cuyo objetivo es “fortalecer y ampliar el apoyo y participación de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional en el proceso”.  

El tercer acuerdo consistió en avanzar en el subpunto de Dinámicas y Acciones Humanitarias del punto sobre el Fin del Conflicto de la agenda pactada con el gobierno del presidente Santos, en particular en “procesos de alivios humanitarios” en las subregiones del Bajo Calima (Valle del Cauca) y Medio San Juan (Chocó), así como en beneficio de los prisioneros políticos del ELN. Las partes, además, realizaron las primeras propuestas de modificaciones a la agenda, que las delegaciones acordaron consultar al Comando Central del ELN y al Presidente de la República.  

El ELN anuncia paro armado

13 de diciembre de 2022

El Frente de Guerra Occidental del ELN decretó un paro armado a partir del 15 de diciembre a las 6 de la tarde en los ríos San Juan, Sipí, Cajón y Calima, en los departamentos de Chocó y Valle del Cauca, zonas donde la mesa de diálogos había anunciado el inicio de alivios humanitarios para la población. Esa estructura guerrillera informó que el paro buscaba llamar la atención sobre la situación humanitaria de la región, derivada de una alegada connivencia del Ejército con “paramilitares”, producto de la cual había sido recientemente asesinado un joven y otro había desaparecido forzadamente.  

En su anuncio, el Frente de Guerra Occidental lanzó varias preguntas al gobierno nacional: “¿De esta manera es que piensan garantizar los alivios humanitarios para desescalar el conflicto? ¿De esta manera piensan que va a haber retorno seguro de poblaciones desplazadas de sus comunidades? ¿De esta manera piensan lograr la paz total?”.  

Varios días antes, el mismo frente del ELN había emitido un comunicado denunciando una alianza entre el Ejército y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo en varios municipios del Chocó y en el municipio de Ituango (Antioquia). En dicho documento, esa estructura también interpeló al gobierno: “(…) con los gobiernos anteriores no era raro dicha convivencia, igual los paramilitares han sido una fuerza funcional al Estado, pero del gobierno actual sí se espera el deslinde del paramilitarismo, de lo contrario, de no verse hechos reales, ¿de qué paz total nos habla? ¿O solo buscan el desarme del ELN para que después nos acribillen, como viene sucediendo con los excombatientes de la exfarc?”.  

El ELN levantó el paro armado el 20 de diciembre, hecho que el ministro del Interior, Alfonso Prada, reconoció como un gesto de paz.  

Las partes discuten por el cese al fuego

31 de diciembre de 2022 - 21 de enero de 2023

El 31 de diciembre, el presidente Gustavo Petro anunció el inicio de un cese al fuego bilateral temporal con cinco organizaciones armadas ilegales, entre ellas el ELN. El mismo día, el Ministerio de Defensa decretó el cese, que estaría vigente desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023 y sería reglamentado por protocolos que acordaran las partes. La decisión implicaba la suspensión de operaciones militares y operativos policiales contra el ELN y la creación del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación del cese, compuesto por el Gobierno, el ELN, la Iglesia católica y organizaciones sociales de carácter territorial que deberían acreditarse ante la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.  

Un día después, el Comando Central del ELN informó que no estaba comprometido con el cese bilateral temporal, debido a que se trataba de un anuncio unilateral, no acordado en la mesa de conversaciones. El 4 de enero, el ministro del Interior, Alfonso Prada, anunció la suspensión del decreto e instó al ELN a “declarar una tregua verificable en respuesta al imperativo llamado de las comunidades étnico-territoriales y campesinas a mantener el cese bilateral y la no violencia en sus territorios”. 

El ELN declaró que, “como el gobierno no cumple con los procesos de discusión de la mesa”, era necesario tomar “correctivos” que garantizaran la no repetición de acciones similares.  

La mesa se reúne de manera extraordinaria

17 al 21 de enero 2023

Con el objetivo de resolver el incidente suscitado por la declaratoria unilateral de cese al fuego, las partes se reunieron en Caracas (Venezuela). Allí acordaron mantener abiertos los canales de comunicación en los periodos entre ciclos y reafirmaron públicamente los principios de “bilateralidad, carácter político, reconocimiento mutuo, confianza y buena fe” que rigen la mesa.  Tras la finalización de la reunión extraordinaria, el jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, declaró que el incidente estaba relacionado con la propuesta de paz total del Gobierno, que incluía un cese multilateral no pactado con esa guerrilla.  

Se realiza caravana humanitaria en Bajo Calima y Medio San Juan

17 al 21 de enero de 2023

En cumplimiento del acuerdo sobre alivios humanitarios alcanzados durante el primer ciclo de diálogos, cuatro miembros de la delegación de paz del Gobierno y dos gestores de paz del ELN encabezaron una caravana humanitaria a las subregiones del Bajo Calima y Medio San Juan, en los municipios de Buenaventura, Dagua (Valle del Cauca), Litoral del San Juan, Istmina y Medio San Juan (Chocó). Durante cinco días, los delegados y gestores recopilaron información de los habitantes y comunidades desplazadas con el objetivo de elaborar un diagnóstico que permitiera diseñar e implementar “los alivios humanitarios que necesitan las poblaciones de manera inmediata para garantizar sus derechos fundamentales, especialmente para proteger su vida, integridad y seguridad”. Esos alivios estarían relacionados con la atención a la población desplazada, el ofrecimiento de garantías para el retorno y el fin de los confinamientos.   

En su tercer día de recorrido, la caravana informó sobre sus primeros hallazgos: “Varias comunidades indígenas y afro de los municipios de Buenaventura, Litoral del San Juan y Medio San Juan han tenido que huir de su tierra hasta 4 veces, perdiéndolo todo en cada desplazamiento. Otras han pasado meses y hasta años confinados en sus caseríos, sin poder salir al campo a trabajar, o pescar y mover víveres por el río”. 

Además de por los delegados y gestores, la caravana estuvo compuesta por autoridades étnicas, organizaciones sociales, instituciones locales, organismos internacionales e iglesias. 

El ELN denuncia ejecuciones extrajudiciales de guerrilleros

13 de febrero de 2023

El Comando Central y el Frente de Guerra Suroccidental del ELN denunciaron públicamente que siete guerrilleros fueron ejecutados extrajudicialmente el 28 de enero por integrantes del Ejército y de la Armada Nacional, en un caserío ubicado sobre el río Raposo, en Buenaventura (Valle del Cauca). De acuerdo con esa organización, los insurgentes fueron capturados y posteriormente ejecutados.  

El Frente de Guerra Suroccidental les solicitó al Presidente y al Ministro de Defensa “que se diferencien de los gobiernos anteriores y esta vez procedan con una investigación imparcial, seria y responsable, ojalá con organismos internacionales, que esclarezcan la masacre ejecutada por la infantería de Marina”.  

La Armada informó a medios de comunicación que los guerrilleros murieron en combate y que, como consecuencia del mismo, falleció el infante de marina José Cáceres Quintero.  

Se desarrolla el segundo ciclo

13 de febrero al 10 de marzo de 2023

En Ciudad de México (México), el Gobierno y el ELN desarrollaron el segundo ciclo de diálogos, con tres objetivos fundamentales: terminar de acordar la agenda de conversaciones, empezar a diseñar el proceso de participación de la sociedad y avanzar en la elaboración de los protocolos para un futuro cese al fuego bilateral, temporal y nacional. México, Brasil y Chile se sumaron como países garantes, mientras España lo hizo en calidad de observador.  

En relación con el proceso de participación, el jefe de la delegación del Gobierno, Otty Patiño, esbozó en la apertura del ciclo un proceso no centrado en sectores sociales, sino en territorios y comunidades donde hace presencia el ELN. La participación sectorial, amplia, ha estado en el corazón de la propuesta de diálogo nacional que esa guerrilla ha presentado en todos los anteriores procesos de paz. 

Al respecto, señaló Patiño: “Debemos entrelazar dos grandes temas. El primero, quizás el más importante, la participación de la sociedad en las transformaciones para la paz. Ello implica poner en el centro de la mesa (…) a un actor que debe ser el protagonista y el beneficiario de este proceso de paz, que son las comunidades colombianas que hoy padecen el abandono y el conflicto armado. Poner a las comunidades como el eje principal de la mesa implica que las transformaciones deben darse en territorios concretos donde el ELN no solamente tiene una fuerza militar, sino también un liderazgo capaz de promover el poder de las comunidades, el respeto a la naturaleza y la superación de una cultura de violencia”.  

En cuanto a un eventual fin del conflicto entre las partes, el jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, insistió durante la apertura del ciclo en que la dejación de armas solo será posible cuando se materialicen las transformaciones que se pacten en la mesa, como consecuencia del proceso de participación: “Nuestra mesa de conversaciones de paz es un instrumento del mandato de cambio (…). No va a producir una revolución por contrato, ni va a decretar una desmovilización automática de la rebeldía, por lo que trabaja por fundar un proceso de transformaciones de corto, mediano y largo plazo, que solo es lograble si está soportado en una gran alianza nacional”.  

Al término del ciclo, el Gobierno y el ELN anunciaron la una nueva agenda, que mantuvo todos los puntos de la previamente acordada entre esa guerrilla y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, aunque fueron ampliados en contenido y dimensión política. 

En el punto uno, “participación de la sociedad en la construcción de la paz”, se acordó trabajar en el diseño de un proceso participativo con tres objetivos concretos: pactar un gran acuerdo nacional por la paz; identificar “las causas de los problemas fundamentales del país”, con sus consecuentes soluciones; y planear e implementar colectivamente los acuerdos a los que se llegue, en el nivel regional y nacional.  

La agenda deja pendiente por definir los actores que serán convocados a participar de dicho proceso, pero señala que se priorizará a “las mujeres y las poblaciones históricamente excluidas, discriminadas y precarizadas”. A diferencia de la agenda anterior, esta incorpora el interés de larga data del ELN por la realización del diálogo nacional.  

En el punto dos, “democracia para la paz”, se acordó materializar el proceso de participación antes enunciado. La nueva agenda especifica que durante el desarrollo del mismo se examinarán “el modelo económico, el régimen político y las doctrinas que impiden la unidad y la reconciliación nacional”, lo cual da apertura a discusiones sobre cuestiones de Estado que el gobierno del presidente Santos no estuvo dispuesto a abordar, ni con el ELN, ni con las FARC-EP: el modelo económico y las políticas de seguridad nacional.  

Este punto de la agenda también contempla la discusión sobre el tratamiento que el Estado le ha dado a la movilización social, en particular a los “conflictos políticos, sociales y ambientales”. Al igual que en el pasado proceso de diálogos con las FARC-EP, este contemplará la discusión sobre la situación de personas sindicadas y condenadas por delitos relacionados con acciones desarrolladas en el marco de movilizaciones sociales.  

El punto tres, “transformaciones para la paz”, tiene por objetivo pactar un “plan integral de transformaciones”, que debería articularse con los futuros planes nacionales de desarrollo e incorporar los resultados del proceso de participación. Dicho plan integral estará conformado por cuatro tipos de instrumentos, dos de ellos heredados de la agenda pasada: políticas públicas para la superación de la pobreza, la corrupción, la “exclusión social” y la “degradación ambiental”; planes de desarrollo alternativos para el campo y la ciudad; políticas relacionadas con el ordenamiento territorial y ambiental; y “pactos sociales que consoliden los acuerdos”.  

El punto cuatro, “víctimas”, mantuvo la generalidad de la primera agenda, aunque incorporó dos elementos: el reconocimiento de las víctimas a partir de la “memoria de la vida y luchas de todos los afectados por el conflicto”, así como la “asunción del ambiente como víctima”.  

El punto cinco, “fin del conflicto armado”, permaneció sin modificaciones sustanciales. En él se abordarán el cese al fuego bilateral, la situación jurídica de las y los integrantes del ELN, las garantías para su seguridad y el ejercicio de la política, el destino de las armas de esa insurgencia y la “erradicación de toda forma de paramilitarismo”.  

Finalmente, el punto seis, ahora llamado “Plan General de Ejecución de los acuerdos”, también mantuvo el grueso de lo consignado en la anterior agenda, aunque incorporó una importante modificación. Mientras en 2016, el entonces gobierno y el ELN acordaron que la implementación de todo lo acordado iniciaría una vez se pactara un acuerdo final de paz, esta nueva agenda dispone que habrá acuerdos parciales que deberán implementarse en “el corto, mediano o largo plazo”.  

Memorable I: Experiencias ejemplares de construcción de memoria pública democrática en un período crítico

El libro que presentamos a continuación podría considerarse una caja de herramientas. En este hemos recogido experiencias ejemplares de ejercicios de memoria, por la paz y la reconciliación, que sirven para ser replicadas, debatidas o recreadas; experiencias inspiradoras que compartimos de manera sintética, también como una muestra de la gestión del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) entre 2020 y 2022.

El período de referencia es, sin ninguna duda, un periodo
crítico. Por un lado, estuvo marcado por los procesos de
movilización desbordada que empezaron a darse con mayor
intensidad en Bogotá y el país a partir de la firma del Acuerdo
Final de Paz. Desde 2016, con la promesa de que sin guerra habría
tiempo, espacio y voluntad para que pudiéramos concentrarnos
en los problemas estructurales de Colombia, las exigencias
sociales por el cambio se expresaron con votaciones inéditas en
las elecciones presidenciales y la consulta anticorrupción de 2018.
Correlativamente, las marchas que empezaron el 21N de 2019
determinaron un prolongado “estallido social” sin precedentes.
Este periodo corresponde a los primeros años del post-acuerdo de Paz, que la mayoría de expertas y expertos internacionales consideran determinantes para el futuro del país, con un balance contradictorio entre avances importantes, sobre todo en materia de justicia transicional, y una gran falta de voluntad para su implementación efectiva, cientos de asesinatos de firmantes de paz, líderes y lideresas sociales y masacres.

Más allá, entre 2020 y 2022, vivimos una verdadera distopía
con la etapa más difícil de la pandemia de la COVID-19, que
significó muertes, confinamiento generalizado, afectaciones
inmensas al sistema productivo, exacerbación del abuso policial
y graves daños a la vida en relación y la salud mental, que solo ahora han empezado a medirse en su magnitud. La pandemia fue el telón de fondo que determinó lo crítico de este periodo crítico.


En la convocatoria al uso público del espacio, en la realización
de productos de pedagogía para la ciudad, en el fortalecimiento
y expresión de iniciativas de víctimas y ciudadanas, tomamos en
serio las exigencias del nuevo momento de movilización social
y el reclamo por la ampliación de lo memorable para dar lugar
también a las violaciones a los derechos humanos en las protestas
sociales, las resistencias que son parte de la experiencia de las
víctimas del conflicto armado y las luchas por la democracia en el
país. Las convocatorias a eventos, talleres y otros espacios no solo
debieron adaptarse a la llamada virtualidad, sino que tuvieron
que elaborarse para que fueran útiles también a la urgencia de
enfrentar la soledad, encierro y “distanciamiento social”.
En ese sentido, las experiencias que recogemos aquí tienen
el valor de haberse producido tomando en cuenta cuestiones
que se suelen mencionar como retos en foros y seminarios sobre
memoria para la paz y la reconciliación, pero sobre las que han
existido pocas respuestas: la construcción de comunidad; el protagonismo de la ciudadanía; la imaginación ante la falta de
Memorable I apropiación social de experiencias vinculadas con la violencia; la realización de herramientas con perspectivas emancipatorias como el feminismo, ecologismo o antirracismo, etc.
Nos referimos a experiencias de memoria pública democrática porque hablamos de procesos que no pretenden la transmisión de un relato cerrado y estático, sino la promoción del diálogo y el debate públicos, sobre el posicionamiento de verdades factuales a partir de investigaciones rigurosas, sentencias judiciales; informes como los del Centro Nacional de Memoria Histórica o la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición. Este concepto también hace referencia a la consideración de las experiencias de resistencia, transgresión contra las injusticias y construcción de democracia, como parte fundamental de lo memorable en el siglo XXI en el que tenemos que confluir en la defensa de causas comunes, más allá de constatar nuestras innegables diferencias.


Así, aquí encontrarán experiencias como cursos y ciclos
de formación para público general; proyectos de investigación
difundidos en formato de series documentales y podcast; ejercicios
de escritura creativa con firmantes de paz; procesos de creación y
puesta en escena con rap y teatro; curaduría de cine documental;
exposiciones; proyectos para niños y niñas; laboratorios para
estudiantes; proyectos de memorias territoriales en barrios de
Bogotá; y performance sobre desaparición forzada. Son muchas las organizaciones de víctimas, organizaciones sociales, movimientos, individuos e instituciones que han hecho posible el trabajo del CMPR en este periodo crítico. A todas ellas y ellos les expresamos el agradecimiento que corresponde a compañeras y compañeros de lucha y les ofrecemos este recuento que esperamos siga alimentando la fuerza por la memoria, la paz y la reconciliación en Bogotá, Colombia y el mundo.