Así fue la inauguración de la exposición «Hay Futuro, Si Hay Verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible»

El pasado lunes 12 de febrero, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación recibió la visita de distinguidos invitados para la apertura de la exposición «Hay Futuro, Si Hay Verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible», de la Comisión de la Verdad. Entre los asistentes se encontraban organizaciones de víctimas, instituciones, medios de comunicación y diplomáticos, quienes se unieron en un emotivo acto para conmemorar este importante hito.

Entre los invitados de honor destacaron magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ex comisionados de la Comisión de la Verdad, representantes del gobierno distrital y la Alta Consejería para las Víctimas, entre otros actores clave en el proceso de construcción de paz en Colombia y en Bogotá.

 

El evento contó con destacadas intervenciones, entre las que se incluyeron las palabras del padre Francisco de Roux, ex presidente de la Comisión de la Verdad, Roberto Carlos Vidal López, presidente de la JEP, y Martina Klumpp, Embajadora de Alemania en Colombia.

Durante el acto de apertura, se expresaron sentimientos de gratitud y reflexión. La ex comisionada de la verdad, Lucia González, agradeció a todos los involucrados en la realización de la exposición. Por su parte, Isabelita Mercado, Alta Consejera para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, enfatizó la importancia de que Bogotá sea un referente de paz territorial. Además, Ana María Cuesta, directora del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, reafirmó el compromiso de seguir siendo un espacio para acoger las diversas voces de las víctimas y las organizaciones sociales.

 

La exposición, que a partir del 13 de febrero está abierta al público en general, invita a los visitantes a conocer los hallazgos y recomendaciones del informe final de la Comisión de la Verdad. Se trata de un llamado a la paz y la reconciliación basado en la verdad del conflicto armado colombiano, que busca promover la construcción de un futuro más esperanzador para el país.

El panel de apertura de la exposición contó con la participación de representantes de Usaid, Grupo Sura, Rodeemos el Diálogo y GIZ, quienes sumaron sus voces y experiencias en este importante evento dedicado a la memoria y la reconciliación nacional.

Agenda en este 2024 tu visita al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación

Te invitamos a programar tu visita al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) en este 2024 y conocer la exposición «Hay futuro si hay verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible» de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV). Esta exposición abrirá sus puertas al público a partir del 13 de febrero.

Para agendar tu visita guiada , te pedimos completes el siguiente formulario de solicitud: 

Después de recibir tu formulario, un integrante del equipo del CMPR se pondrá en contacto contigo para confirmar el tipo de visita, así como fecha y hora disponibles. Ten en cuenta que el CMPR tiene un plazo de 10 días hábiles para responder a tu solicitud y proceder con el agendamiento.

La visita guiada incluirá un recorrido por el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, así como la oportunidad de explorar la exposición de la CEV. La duración total será de 2 horas, por lo que te recomendamos llegar con 15 minutos de antelación a la hora acordada.

Es importante tener en cuenta que el número máximo de participantes por visita es de 40 personas. Así que, reúne a tus amigos, familiares o compañeros y únete a esta experiencia única para comprender y reflexionar sobre la historia de Colombia en su camino hacia la paz y la  reconciliación.

¡Esperamos recibirte pronto en el CMPR!

Memoria Viva: Arropamiento del Memorial en el CMPR por la Unión de Costureros

En una conmovedora manifestación de memoria viva, la Unión de Costureros, liderada por Virgelina Chará, llevó a cabo el arropamiento del memorial en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (@centromemoriabogota). En 11 años que lleva el Centro de Memoria, es la segunda vez en la historia de la institución que se realiza este ritual de profundo simbolismo.

🕊️ Virgelina Chará, destacada líder de la Unión de Costureros, destaca que este acto ritual va más allá de simplemente cubrir con telas el CMPR; es un proceso de inclusión y reconocimiento. «Recordamos a víctimas que a menudo quedan en el olvido, como los habitantes de calle y la comunidad LGBTI. No hay jerarquía en el sufrimiento, pero sí en la visibilidad. En este tejido participan militares, paramilitares, guerrilleros, una amalgama de historias que convergen en el acto simbólico de coser». Además, resalta que este es un acto de construcción de memoria en colaboración con la ciudadanía, contando con el apoyo de diversas universidades y organizaciones.

Este acto no solo representa un homenaje a las víctimas, sino que también se erige como un recordatorio poderoso de la diversidad de historias que convergen en este espacio dedicado a la memoria y la reconciliación. La Unión de Costureros, con su participación activa en este ritual, resalta la importancia de reconocer y recordar a aquellos cuyas historias a menudo son marginadas. 

 

Lanzamiento del libro «Cárcel y Memoria»

El nuevo libro, «Cárcel y Memoria. Entrevistas – Ensayos», una obra que no solo revela las profundidades del sistema penitenciario, sino que también busca transformar discursos y prácticas institucionales.

La obra, dividida en dos partes complementarias, ofrece una perspectiva única sobre las realidades carcelarias. La sección «Entrevistas» presenta transcripciones ampliadas del pódcast «El mito de Sísifo», acompañadas de textos que contextualizan estas conversaciones en debates específicos. Por otro lado, la sección «Ensayos» reúne reflexiones e investigaciones de académicos, activistas y profesionales que abordan el sistema penitenciario desde diversas perspectivas.

Ilustrado magistralmente por Leandro Rodríguez, el libro busca arrojar luz sobre las violencias dentro de las cárceles, exponiendo verdades ocultas y abogando por la transformación necesaria en las políticas y prácticas institucionales.

En el evento de lanzamiento, tuvimos el honor de contar con la presencia de destacados coautores y entrevistados, entre ellos Jose Antequera, Luisa Natalia Caruso, Liliany Obando, Mario David Fernández Mora, Sandra Viviana Buitrago González, Julián Duarte de la Campaña Objetivo Libertad, Katalina Ángel y María Flórez. Estas personalidades aportaron su experiencia y conocimiento, enriqueciendo aún más la profundidad y relevancia del libro.

Agradecemos sinceramente a todos aquellos que fueron parte de este lanzamiento tan significativo. Su presencia y apoyo son fundamentales para difundir las voces que claman por un cambio en el sistema penitenciario. Este libro es más que una obra impresa; es un llamado a la reflexión y a la acción, un paso adelante en la búsqueda de una sociedad más justa y equitativa.

«**Cárcel y Memoria. Entrevistas – Ensayos**» está disponible ahora. 

El Muro de recuperación de la memoria trans: Más allá de los estigmas

El día 17 de noviembre del 2023, en el marco del Día de la Conmemoración de la memoria trans, se presentó la exposición «El Muro de Recuperación de la Memoria Trans». Esta iniciativa surge como un poderoso acto de desmitificación, desafiando la narrativa predominante que vincula la muerte de las personas trans exclusivamente al VIH/SIDA. A través de esta exposición, se busca demostrar que ellas y ellos son seres humanos que enfrentan la mortalidad de diversas maneras: enfermedades crónicas, transformaciones corporales caseras, transfeminicidios, sobredosis, cáncer, dengue, suicidio y más.

En Colombia y en el mundo, las personas trans luchan contra la discriminación desde el mismo momento de su nacimiento. La narrativa de la exposición nos traslada al pasado cercano, remontándose a la década de los 70, una época en la que la política pública LGBTI no existía y la sociedad tenía una noción más colonizadora de la diversidad sexual.

La vida en el Barrio Santafé: resistencia y transformación

La historia se traslada a Bogotá, donde las personas trans se enfrentan a una ciudad que no garantiza sus derechos, por ello la exposición destaca cómo, a pesar de los desafíos, las personas trans encuentran formas de sobrevivir y resistir, desde la reivindicación del trabajo sexual como el trabajo en peluquerías y modisterías. La exposición destaca la resiliencia y la astucia que permiten a las personas trans sobrevivir en una sociedad que a menudo las margina.

El Muro de recuperación de la Memoria Trans: Un tributo a la Vida y la resistencia

El corazón de la exposición es el «Muro de Recuperación de la Memoria Trans», la motivación para realizarlo surge de la muerte, el dolor y la impunidad que enfrentan las personas trans en una sociedad hipócrita e indolente, donde se rinde homenaje a aquellas que han caído, desafiando estigmas y demostrando que las personas trans no mueren únicamente a causa del VIH/SIDA, sino por una variedad de factores.

La exposición culmina con una reflexión sobre la importancia de recordar y honrar a las personas trans que han fallecido, desafiando percepciones erróneas, como también celebrando la diversidad, la resiliencia y la humanidad de las personas trans. A través de estas historias, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación busca fomentar la comprensión y el respeto hacia una comunidad que ha enfrentado y sigue enfrentando desafíos significativos. Esta exposición se puede encontrar de manera permanente en la Casa Diana Navarro, espacio perteneciente a la Secretaría Distrital de Integración social, que hace su atención en el barrio Santafé

Ana María Cuesta León fue posesionada como Directora del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá

  • La nueva directora del Centro es socióloga, con maestría en Estudios políticos y sociales. Es reconocida por su trabajo en el ámbito de la memoria, la reconciliación y la promoción de los derechos humanos a través del arte.
  • Con anterioridad, Cuesta León fue coordinadora de la línea de memorias locales en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación; e integrante del equipo de Contribuciones a la verdad, la convivencia y las garantías de no repetición, de la Dirección de Reparación de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

Bogotá D.C., 2 de noviembre del 2023. Ana María Cuesta León se posesionó como directora del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá. Cuesta es Socióloga y Magíster en Estudios Políticos y Sociales, y se destaca por su labor en el ámbito de la memoria, la reconciliación y los derechos humanos. Antes de asumir este nuevo cargo, se desempeñó como coordinadora de la línea de memorias locales en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.

Previamente, formó parte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, en donde integró el equipo de Contribuciones a la verdad, la convivencia y las garantías de no repetición, de la Dirección de Reparación. De igual manera, hizo parte del equipo que consolida la línea de Memoria y pedagogía y acompañó el proceso de conmemoraciones y actos simbólicos, y fue enlace nacional de las direcciones territoriales de Putumayo y Cauca.

“Nuestro desafío inicial consiste en completar la transición administrativa, proporcionando al próximo alcalde y a la ciudad un proceso que incorpore el trabajo realizado en estos cuatro años en el Centro de Memoria. El segundo reto radica en mantener e insistir la misionalidad del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación como una herramienta que fomente una cultura de paz y el respeto por los derechos humanos, basándose en la memoria y la verdad histórica. Este enfoque contribuye al proceso de reconciliación y al fortalecimiento de la democracia, al proporcionar recursos, espacios y capacidades para apoyar a las víctimas, sus organizaciones, los colectivos y la comunidad en general en su búsqueda por preservar la memoria”, sostuvo Cuesta León.

La nueva directora del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación agregó que otro de los retos es la culminación de proyectos de gran relevancia, en estrecha colaboración con organizaciones sociales, víctimas e instituciones. “Esto incluye la futura exposición del legado y los hallazgos de la Comisión de la Verdad una contribución de suma importancia para nuestro país, de la cual el Centro de Memoria, paz y Reconciliación es anfitrión”.

Por último, recalcó en la importancia de trabajar en la finalización de proyectos como «Ausentes, estrellas presentes», el cual se ha venido realizando durante tres años consecutivos de la mano con más de doce organizaciones sociales de víctimas de desaparición forzada y el Planetario de Bogotá, para construir un monumento en el cielo en honor a las víctimas, su memoria y la incansable lucha de sus familiares por justicia y verdad. Así mismo, abarca la publicación de metodologías sobre la construcción de memorias con niños, niñas y adolescentes, y de libros como el Mito de Sísifo que aborda las memorias de las personas prisioneras.

La directora del Centro ha tenido un papel activo en diversas publicaciones, destacando investigaciones que se enfocan en el papel de las mujeres víctimas-supervivientes en la construcción de la paz en Colombia. Además, ha colaborado en la creación de materiales destinados a fomentar la construcción de la memoria y la paz en la niñez. Sus investigaciones y publicaciones reflejan su interés en utilizar el arte y la cultura como herramientas para promover la paz, al tiempo que exploran el concepto de arte-memoria y su papel en los procesos de conmemoración, denuncia y reconstrucción.

Cuesta es reconocida además por colaborar estrechamente con organizaciones de víctimas y derechos humanos, desempeñando un importante papel en la movilización y en la edificación de procesos territoriales de memoria en las distintas localidades de Bogotá.

«Ausentes, Estrellas Presentes»: un homenaje en el cielo a las víctimas de la Desaparición Forzada en Colombia.

Desde 2021, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, junto al Planetario de Bogotá y más de diez organizaciones sociales de víctimas de desaparición forzada, hemos trabajado en un proyecto para honrar a las víctimas de la desaparición forzada en Colombia. Con un monumento en el cielo, reflejamos su memoria y la lucha de sus familiares por buscarlos.

«Ausentes, Estrellas Presentes» es un ejercicio simbólico que se comparte con la ciudadanía en Bogotá. Este proyecto combina elementos físicos e infinitos en el espacio público, uniendo a la comunidad en una herramienta de apoyo a las víctimas y organizaciones sociales en su incansable búsqueda por la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de que estos crímenes de lesa humanidad no se repitan.

Durante tres años consecutivos, 12 organizaciones sociales y familiares de personas desaparecidas en Colombia, han realizado una acción pública de memoria cada noviembre. Esta acción se origina a partir de un proceso de creación colectiva con las organizaciones participantes y el Planetario de Bogotá. El resultado es un conjunto de asterismos, similares a constelaciones que conocemos y que representan a las más de cien mil personas desaparecidas en Colombia.

Carlos Molina, líder del Planetario de Bogotá, añadió que esta es “una conmemoración muy importante para recordar que las estrellas que vemos son las mismas que nuestros abuelos y los abuelos de sus abuelos alguna vez vieron. Con los asterismos creados por las organizaciones le damos un lugar simbólico a los desaparecidos en el cielo nocturno para que nunca más sean invisibilizados ni ocultados”.

La relación con las estrellas tiene una enorme ventaja: una memoria contenida en el cielo es intocable e inmodificable. “Esa circunstancia que se pretende eliminar con la desaparición forzada, que es el derecho a enterrar, a reivindicar a los muertos en un espacio físico, tiene a partir de la acción de las organizaciones, de la resistencia, la imposibilidad de realizarse. Y en ese sentido es también un acto de trasgresión desde las víctimas frente a esa pretensión de hacer de la desaparición la imposibilidad de tener un lugar de memoria: las estrellas son el último lugar de memoria que nos podrían quitar”, afirma José Antequera, exdirector del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.

Este 4 de noviembre, se conmemora nuevamente esta acción pública de memoria viva que se transmite a la ciudadanía, en una Bogotá que trabaja continuamente por ser un epicentro de la paz y de la reconciliación. La cita es a las 5:00 p.m. en el Planetario de Bogotá.

Todo el proceso y los asterismos podrán ser consultados públicamente en esta página.

 

Ausentes 2023

Ubasuka: Desarraigo del olvido: una apuesta de memoria desde el teatro   

El Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá presentó el pasado 21 de septiembre del 2023,  la obra de teatro «Ubasuka: Desarraigo del Olvido». En este evento, más de 30 participantes del taller compartieron sus reflexiones sobre la desaparición forzada, la violencia, las resistencias y las luchas de Colombia a través de una conmovedora creación colectiva. 

Este proceso fue dirigido por Paola Guarnizo, dramaturga y directora de teatro. Esta creación permitió a los participantes explorar y expresar sus pensamientos y sentimientos sobre el país de una manera única, trascendiendo las palabras escritas en papel para llevarlos al escenario. 

Jackeline García, bailarina de danza teatro, destacó cómo la creación artística puede ser terapéutica y sanadora al poner en escena la memoria colectiva. Juan Camilo Gómez, rapero de Engativá y miembro de la Corporación Uno Cero, resaltó cómo el proceso colaborativo de la obra fomentó el trabajo en equipo y la revalorización del teatro. 

Alejandro Forero, psicólogo y miembro de la Fundación Open Paz, expresó cómo el escenario se convirtió en un espacio propicio para explorar emociones y experimentar un crecimiento personal significativo.

Celia Amaya, docente de ciencias naturales, enfatizó la importancia de compartir el trayecto marcado por la historia y la necesidad de darlo a conocer a través del arte escénico. 

Tephy Piedrahita, artista audiovisual, describió el teatro como una forma de medicina y ritual, donde al poner los pies en las tablas se crea una línea que diferencia quién eres en el escenario y qué deseas interpretar, lo que produce un estado alterado propicio para la sanación. 

El estreno se llevó a cabo en el auditorio del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación en Bogotá. 

Les compartimos fotos de lo que fue este magnífico evento: 

Convocatoria: conferencia nacional anual protesta social y política, lenguajes y literatura

Foto de Esteban Roncancio Henao | Manifestación del Estallido Social en Bogotá.

¿Qué tienen para decir los protagonistas y espectadores del Estallido Social de 2021 en Colombia?

Desde hace 80 años, el Instituto Caro y Cuervo trabaja con diversas áreas del conocimiento y de la sociedad para desarrollar actividades intelectuales y científicas que observan, investigan y documentan el constante desarrollo de las lenguas por parte de los hablantes en Colombia. Tres ejemplos sobresalientes de esto han sido las publicaciones Atlas lingüístico-etnográfico de Colombia (1983), el Diccionario de colombianismos (2018) y el Léxico de la Violencia en Colombia 1948-1970 (2020).

En la prolongación y desarrollo de las anteriores líneas de trabajo, el Instituto Caro y Cuervo presenta a la opinión pública el proyecto de organización de una conferencia nacional anual sobre el impacto de la protesta social y política en los lenguajes y la literatura.
La primera entrega de esta conferencia buscará investigar, discutir sobre el Estallido Social de 2021 en Colombia y recoger sus experiencias. El evento tendrá lugar entre el 12 y el 15 de septiembre de 2023 en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, ubicado en Bogotá (carrera 19b # 24 – 86).

La idea está en relación con la necesidad de generar reflexiones sobre la formulación actual de políticas culturales y lingüísticas y los lenguajes reivindicativos de los y las ciudadanas protestantes. Así mismo, se busca que la conferencia aporte elementos para la comprensión de los diversos componentes del Estallido Social: demandas, participación social y modalidades de liderazgo, y que posibilite el registro y caracterización de la magnitud de la represión desatada por el Estado y otros agentes en contra de la protesta social, ciudadana y juvenil.

Como preámbulo está contemplado organizar, el 12 y 13 de septiembre de 2023, dos espacios virtuales que, a manera de preencuentro, abordarán los temas de las protestas sociales recientes en otras partes del mundo y el papel de los medios de comunicación y las redes sociales en la construcción de imaginarios y lenguajes frente a la protesta social y, en particular, sobre el Estallido Social de 2021 en Colombia.

Queremos crear un espacio donde podamos implementar acciones concretas para contribuir al cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 Colombia, potencia mundial de la vida, especialmente en su eje de transformación seguridad humana y justicia social, que propone garantizar el disfrute y ejercicio de los derechos culturales para la vida y la paz.

Los organizadores y organizadoras consideramos muy importante que, como producto de la primera entrega de la conferencia nacional, se emita un material pedagógico que contribuya a la visibilización de expresiones lingüísticas y culturales de los participantes del estallido.
Para la realización de este evento, el Instituto Caro y Cuervo ha encontrado, hasta ahora, socios entusiastas como el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, el colectivo La Mariacano, el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Dirección de Artes y el Programa Especial Jóvenes por el Cambio del Ministerio de Cultura.
La primera conferencia nacional “Estallido Social de 2021 en Colombia: lenguajes y literatura” ofrecerá un espacio de ponencias y otro de testimonios

En el primero habrá presencia de investigadores que han estudiado en profundidad los procesos del estallido social en las ciudades y regiones que tuvieron un papel destacado en este fenómeno. El segundo estará dedicado a los testimonios de los protagonistas del Estallido en diferentes ciudades y regiones, así como a artistas creativos que, a través de la danza, expresiones gráficas, la música, la literatura, la poesía, la narrativa y el relato, puedan compartir sus vivencias, sentimientos y pensamientos sobre los sucesos de 2021.

Consulta y descarga la programación del evento aquí. Diligencia este formulario para manifestar tu interés en participar.

Un monumento en el cielo en memoria de las personas desaparecidas

Por María Flórez, equipo del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.

Por segundo año consecutivo se realizó en Bogotá “Ausentes, estrellas presentes”, una acción pública en la que organizaciones sociales y de víctimas que luchan contra la desaparición forzada interpelan a la ciudadanía mediante la representación de los desaparecidos en las estrellas.

Los claveles blancos de la marcha de 1983. Un colibrí que encarna los tiempos de la memoria. El Palacio de Justicia abrasado por las llamas simbolizando la injusticia de la ausencia forzada. Un corazón que contiene la tristeza de la pérdida. El Monumento a la Resistencia de Cali, emblema de la acción colectiva. Una flor de loto que representa la vida digna. La mujer de los ojos vendados significando solidaridad e impunidad. Una cometa que eleva las exigencias de las víctimas. Una mariposa que personifica la separación y la búsqueda.

Todas esas imágenes están formadas por estrellas. Son asterismos o constelaciones creados por organizaciones de familiares de víctimas de desaparición forzada o de defensores de derechos humanos que acompañan las labores de documentación y búsqueda. Proyectadas en el domo del Planetario de Bogotá, conforman un “monumento a la memoria” de las personas desaparecidas forzadamente en Colombia, pero también de la ardua lucha de quienes se han organizado para buscarlas aun en medio de un clima de persecución, poca capacidad institucional e indiferencia social.

Este monumento efímero fue presentado al público el pasado viernes 4 de noviembre, como parte de la segunda versión de “Ausentes, estrellas presentes”, una acción pública de memoria resultado de un proceso de co creación en el que participaron el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR), el Planetario de Bogotá, la Línea Arte y Memoria Sin Fronteras de IDARTES y 12 organizaciones sociales y de víctimas. El proyecto busca asignarles un lugar en el cielo a las miles de personas que han sido desaparecidas en el país durante el conflicto armado.

Foto 1: Asterismos creados por las organizaciones. Foto: Joao Agamez - Centro de Memoria, Paz y Reconciliación

La relación entre la búsqueda de los desaparecidos y la observación del cielo está condensada en un documental de Patricio Guzmán, pero también en la contemplación íntima que han hecho los familiares en las largas noches de espera. Durante la ausencia de su hermano Bernardo, desaparecido durante la retoma del Palacio de Justicia, en 1985, Sandra Beltrán observó muchas veces el firmamento: “Es un ejercicio que vengo haciendo desde que tenía 20 años, solo que lo hacía en la terraza de la casa paterna nuestra. Me daba la madrugada parada mirando el cielo, parada mirando y esperando que apareciera algo o pasara algo. Cuando murió mamá me daban horas enteras mirándolo, por una ventana o desde la terraza, buscando respuestas”.

Esta apreciación, y la elaboración de representaciones a partir de ella, ha estado presente durante toda la historia humana, según explica Carlos Molina, coordinador del Planetario de Bogotá: “El cielo ha sido un escenario de memoria para la humanidad desde que tenemos conciencia. Allí están plasmados en muchas culturas los héroes, los sueños, los miedos. En 2021, cuando comenzamos con este ejercicio, nos dimos cuenta de que construir nuestro propio cielo como una escultura de memoria fortalecería los relatos de lo que somos y lo que nos ha pasado, pero que sobre todo se constituiría para los familiares de las víctimas en un referente de estar mirando el mismo cielo que miraron nuestros ancestros y que, como la esperanza se mantiene, tal vez estén viendo los desaparecidos”.

En el mismo sentido, Jose Antequera, director del CMPR, explica que “en esta acción de memoria poética se pudieron cartografiar los casos de desaparición forzada en el cielo de acuerdo a un ejercicio participativo, por medio de constelaciones que fueron elaboradas por las propias organizaciones y que corresponden a los símbolos que reivindican por su experiencia y por sus luchas”.

Foto 2: El domo del Planetario de Bogotá fue uno de los epicentros de la acción pública de memoria. Foto: Joao Agamez - Centro de Memoria, Paz y Reconciliación

En el domo del Planetario también se proyectó una línea de tiempo elaborada por las y los familiares, que comprende el periodo 1928 – 2022. Esta línea incorpora las fechas de creación de las organizaciones, algunos casos de desaparición forzada; acciones colectivas de búsqueda, construcción de memoria y creación o transformación de la legislación sobre la materia; y las tipologías de la desaparición, enmarcadas en los contextos políticos en que se produjeron. Allí pueden reconocerse la desaparición de Omaira Montoya, en 1977, así como el reciente fallo en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró la responsabilidad internacional del Estado colombiano en la desaparición forzada de Pedro Movilla, dirigente del Partido Comunista de Colombia – Marxista Leninista.

Ya afuera del Planetario, en la Plazoleta del Parque de la Independencia, las y los familiares se arroparon con las estrellas. Cada una vistió una capa azul, en la que se iluminaron asterismos, nombres de los desaparecidos y frases proclamadas en marchas, plantones, conmemoraciones.

La organización Familiares del Palacio de Justicia, de la que hace parte Sandra Beltrán, portó la frase “Sus huellas, nuestras huellas, no se borrarán jamás”. Sandra explica su pertinencia: “Cada palabra que compone esa frase es real, porque nosotros hemos seguido las huellas de los desaparecidos del Palacio desde el momento en que salen tomados por la Fuerza Pública. Hemos seguido las huellas que nos han ido dejando estos 37 años por la Casa del Florero, el Cantón Norte, la Escuela de Artillería, las Cuevas de Sacromonte en Facatativá. Al hacer este recorrido, las hemos pisado y reafirmado”.

Foto 3: Las capas fueron elaboradas manualmente en sesiones de trabajo colectivo. Foto: Joao Agamez - Centro de Memoria, Paz y Reconciliación

La elaboración de estas capas fue realizada en El Olimpo, un laboratorio de moda ubicado en el barrio Santa Fe, en el que trabajan mujeres trans. Fue la Madre Cindy, una experimentada lideresa y antigua habitante del barrio, quien guió a las familiares durante el proceso de bordado de luces y aplicación de pedrería. Para las participantes fue un escenario de aprendizaje, encuentro y catarsis.

Vestidas todavía con las capas, las familiares declamaron un poema creado colectivamente. En medio del ruido incesante del centro de Bogotá, las y los transeúntes escucharon: “No descansaremos hasta encontrarlos. Cada estrella es uno de los nuestros iluminando el destino. Nuestros ausentes habitan nuestras mentes […] Y a ustedes, señoras y señores, ¿quién les hace falta en el país del olvido?”.

La vinculación de la ciudadanía en la búsqueda y la exigencia de justicia ha sido una prioridad para los familiares en este y muchos otros procesos de memoria. Pablo Cala, de la Fundación Hasta Encontrarlos, señala que “hay tres mensajes clave en esta acción pública. Primero, que nada justifica las desapariciones forzadas. Segundo, que la búsqueda no puede ser solamente una tarea de los familiares o de algunas instituciones, sino que debe ser una apuesta social, para que se puedan erradicar las desapariciones como una práctica contra quien siente y piensa diferente. Y tercero, que la memoria no es algo del pasado, sino algo presente que de manera directa nos está interpelando”.

Foto 4: "Ausentes, estrellas presentes" posibilitó el trabajo articulado entre las organizaciones. Foto: Joao Agamez - Centro de Memoria, Paz y Reconciliación

La interpelación a la sociedad y al Estado para encontrar a los desaparecidos y poner fin a este crimen de lesa humanidad ha sido un trabajo permanente de las organizaciones sociales y de víctimas desde hace casi 40 años, cuando se fundó la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes). Como resultado de ella, el Congreso tipificó en 2000 el delito de desaparición forzada y los dos procesos de justicia transicional desarrollados en el país han creado mecanismos, equipos e instituciones para la búsqueda, que es todavía insuficiente teniendo en cuenta la dimensión de lo ocurrido. En su Informe Final, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad determinó que entre 1985 y 2016 fueron desaparecidas 121.768 personas en el país.

Esta labor desarrollada durante décadas ha empezado a ser recientemente reconocida. En su sentencia sobre el caso de Pedro Movilla, la Corte Interamericana le ordenó al Estado que, en un acto público de reconocimiento de responsabilidad, hiciera mención al “impacto particular sufrido” por Candelaria Vergara, esposa de Movilla, y otras mujeres que han buscado a los desaparecidos. Además, en octubre pasado, varios congresistas radicaron el Proyecto de Ley para la Protección Integral de los Derechos de Mujeres y Personas Buscadoras, impulsado por la Fundación Nidya Erika Bautista.

Consciente de la necesidad de reconocer la valiosa trayectoria de las organizaciones, esta versión de Ausentes, estrellas presentes incorpora una exposición en el segundo piso del Planetario, en la que se exhiben objetos que son vehículos de la memoria de sus luchas. Allí se encuentran desde las primeras cartillas circuladas por los familiares en la década de 1980, hasta las más recientes cartografías que han elaborado para señalar los lugares de donde se llevaron a los desaparecidos. También se han dispuesto pendones, camisetas y los rostros de las personas desaparecidas plasmadas en múltiples soportes, que podrán apreciarse hasta el próximo 20 de noviembre.

Foto 5: La exposición que hace parte de la acción pública busca reconocer el trabajo de las organizaciones sociales y de víctimas que luchan contra la desaparición forzada. Foto: Joao Agamez - Centro de Memoria, Paz y Reconciliación

Rosalba Campos, integrante del Colectivo 82, destaca al respecto: “Estos objetos son muy valiosos, son un tesoro para nosotros y los guardamos con mucho cuidado. Ahí hay parte de la historia de lo que son los comienzos de Asfaddes, cuando nos unimos para luchar contra las desapariciones, las familias fueron llegando y fuimos viendo que no éramos solamente nosotros los que teníamos desaparecidos”.

El montaje de la exposición en el Planetario es también una apuesta por llegar a otros públicos, ocupando el espacio de una institución que la ciudadanía no vincula necesariamente con la memoria del conflicto o la violencia política. Cesar Santoyo, director del Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda, organización participante del proyecto, reflexiona en ese sentido: “Esto es disruptivo y hermoso, porque nos permite abrir estos diálogos en los lugares menos usados para ello. Así mismo tengo para recordar el Diálogo Internacional de Saberes sobre Desaparición Forzada, que lo hicimos en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Francisco José de Caldas, igual que hemos hecho performance y montajes en lugares disruptivos, en la calle, diciéndole a la sociedad que no puede estar de espaldas a la lucha contra la desaparición forzada”.

Al cierre de la acción pública, el CMPR y el Planetario les entregaron a las organizaciones 44 cartas celestes, en las que se evidencia el cielo que era posible ver en los lugares, fechas y horas aproximadas en las que fueron desaparecidas igual número de personas. La representación de las y los desaparecidos en el cielo, y la creación de un monumento celeste en su memoria, es, como señala Luz Marina Bernal, de la Fundación Fair Leonardo Porras, “permitir que, aunque estén ausentes, estén presentes cada noche para nosotros. Y también es darles una postura mucho más alta de la que hemos podido venir dándoles. Ya les tenemos un lugar en cada una de las estrellas, desde allá nos están alumbrando”.