En 1982 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declaró el 4 de junio como el “Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión”. Dicha fecha tenía como objetivo reconocer las vulneraciones a las que eran sometidos los niños y las niñas en el contexto de las guerras internacionales y los conflictos armados, así como redoblar esfuerzos por parte de los Estados miembros para evitar que los menores de edad fueran afectados por las confrontaciones bélicas. Lastimosamente, esta es una realidad que no ha cesado alrededor del mundo, pues los niños y las niñas siguen siendo afectados por la violencia desatada por distintos actores armados.
No hay que ir muy lejos para evidenciar estas afectaciones, pues en Colombia los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) han sido sistemáticamente vulnerados en el marco del conflicto interno armado. Desde el reclutamiento en las filas de grupos armados, pasando por el desplazamiento forzado, hasta llegar a los obstáculos impuestos por la guerra para educarse y jugar, los menores de edad en nuestro país han visto su vida profundamente afectada por la guerra. De las 9.278.531 personas registradas en el Registro Único de Víctimas, 2.040.028 son menores de edad, y de esas, 983.980 son niños y niñas entre 0 y 11 años. De tal manera, el 4 de junio en Colombia adquiere una especial relevancia para reconocer esta dolorosa realidad e idear acciones para evitar que NNA vuelvan a sufrir estos hechos y vean afectadas sus trayectorias de vida por el ruido de las armas.
Esta fecha también es una oportunidad para reflexionar sobre cómo hacer realidad los derechos de la niñez en nuestro país y, en particular, el derecho a la paz. Por supuesto, esto no solo implica encaminar todos nuestros esfuerzos a terminar el conflicto armado en Colombia por medio de una solución negociada, sino también garantizar unas condiciones de vida digna para toda la población y, en particular, para NNA. Por esta razón, es importante conocer cuáles son las ideas y propuestas que tienen los menores de edad alrededor de la paz y qué implica para ellos y ellas que este derecho les sea garantizado. Esta guía pedagógica le apunta justamente a este objetivo.
Reconociendo a niños, niñas y adolescentes como sujetos políticos que cuentan con ideas de transformación y con capacidad para analizar y reflexionar sobre sus condiciones de vida, la Secretaría de Educación del Distrito y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación ponen a disposición de las comunidades educativas de Bogotá esta guía pedagógica para la conmemoración del 4 de junio en todas las instituciones educativas. En este año, hemos querido centrar las reflexiones de este hito conmemorativo en el derecho a la paz de NNAJ, partiendo de la necesidad de que las escuelas se conviertan en territorios desde los cuales es posible imaginar acciones de transformación que hagan posible que nunca más se repita la violencia contra los menores de edad. Esta guía fue construida entre la Dirección de Inclusión e Integración de Poblaciones y la Dirección de Participación y Relaciones Interinstitucionales de la Secretaría de Educación del Distrito, junto con el equipo de pedagogía del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.